martes, 29 de noviembre de 2011










Saw Saw (titulada El juego del miedo a partir de la tercera entrega, ya que la primera y la segunda se las conoce como Juego macabro en Hispanoamérica) es una película de terror estrenada en 2004 y dirigida por el director australiano James Wan con guion escrito por él mismo en colaboración con su amigo, el actor Leigh Whannell, también australiano. Es la primera entrega de la serie cinematográfica Saw. Se exhibió por primera vez en el Festival de Cine de Sundance en enero de 2003 y un año más tarde fue distribuida internacionalmente. Su intriga y sus imágenes con una carga de suspense psicológico son características de esta película.

Argumento Adam (Leigh Whannell) despierta en una bañera llena de agua. Uno de sus pies está atado el tapón y al levantarse, lo quita, causando que una llave se vaya por el desagüe. En el lugar hay alguien más, que enciende las luces, permitiendo a Adam ver que está encadenado a una tubería en un muy sucio baño industrial subterráneo. Frente a él y en su misma situación, se encuentra el doctor Lawrence Gordon (Cary Elwes).

En medio del cuarto, a una gran distancia de los protagonistas, hay un cadáver con un disparo en la cabeza, una grabadora en la mano derecha y una pistola en la izquierda. Pronto descubren que en sus bolsillos tienen unos sobres con sus nombres y unos cassettes con la palabra “reprodúceme” escrita en ellos. El doctor Gordon tiene, además, una bala y una llave, que no sirve para abrir las cadenas. Adam consigue la grabadora del muerto y reproduce los cassettes. El mensaje: Lawrence debe matar a Adam antes de las seis de la tarde, o de lo contrario, su esposa y su hija serán asesinadas y ellos quedarán allí encerrados hasta morir. El doctor Gordon cree que quién los pudo encerrar allí es el asesino del puzzle, conocido como Jigsaw y cuenta la siguiente historia a Adam:
Hacía cinco meses, los detectives Tapp (Danny Glover) y Sing encontraron el cadáver de un hombre, cuyo nombre era Paul, dentro de un alambre de púas con heridas de cortes. Una grabadora le decía que debía encontrar la salida dentro de tres horas pasando por los alambres, ya que hacía tiempo se había intentado suicidar cortándose las venas, o quedaría encerrado allí.
Poco después encontraron en una habitación oscura el cadáver calcinado de otra víctima, llamada Mark, que despertó con un veneno en sus venas, cuyo antídoto estaba en una caja fuerte. La combinación estaba escrita en las paredes, en las cuales se encontraban cientos de números, debiendo iluminarlas con una vela, sin acercarla a su cuerpo al estar embadurnado con una sustancia inflamable, y anotarlos. Mark falló. La detective Kerry halló un bolígrafo en la escena, con las huellas dactilares del Dr. Gordon.
Tapp y Sing llevan a Gordon a la comisaría para interrogarlo, considerándolo inocente. Pero antes de irse, le hacen escuchar el relato de Amanda Young (Shawnee Smith), la única sobreviviente de los juegos. Ella se despertó en una habitación con una máquina sobre su cabeza. En una televisión un muñeco ventrílocuo le dijo que la máquina le destrozaría la mandíbula en dos minutos, y que la única llave para evitarlo estaba en el estómago de su compañero de celda, quien aparentemente estaba muerto. Amanda cogió un cuchillo, pero cuando se acercó descubrió que el hombre estaba vivo. Sin embargo, decide salvarse a ella misma y mata al hombre, destripándole el estómago. El muñeco, montado en un triciclo, le dice que muchas personas no valoraban su vida, pero que ella no lo volvería a hacer. En la comisaría, Amanda dice a Tapp que era drogadicta y que estaba agradecida porque gracias a Jigsaw y su juego, había superado su adicción.

Nuevamente en el baño, Adam rompe accidentalmente un espejo y descubre tras de él un objeto que contiene una cámara de vídeo, usada por el secuestrador de la esposa e hija del doctor. Lawrence recuerda que Diana, su hija, antes de acostarse vio a un hombre que la observaba desde dentro del armario. Pero él luego salió de la casa y no vio que sucedía después, ya que despertó en el baño. Allí, sacó su billetera y le pasó unas fotografías de la niña a Adam, quien dijo que era hermosa. Gordon le dijo que detrás había una fotografía en la que estaban los tres, pero allí en realidad había otra, en la que su esposa y su hija están atadas y amordazadas, y una nota que decía: “La X marca el lugar del tesoro. A veces ves mejor con los ojos cerrados”. Pero Adam no le mostró la fotografía a su compañero.
Al ver el video de la trampa de Amanda en la comisaría, los detectives Tapp y Sing descubren una pista acerca de dónde fue filmada y se dirigen a una fábrica abandonada de maniquíes. Encuentran allí al ventrílocuo, una maqueta de la trampa del baño y a un hombre llamado Jeff, atado a una silla con dos taladros manuales a pocos centímetros de sus sienes. En ese momento entra Jigsaw a la habitación y los detectives se esconden. Mientras Jigsaw habla con Jeff, salen Tapp y Sing, pero el primero activó los taladros, que en veinte segundos perforarían el cerebro de la víctima. Sing buscaba desesperadamente la llave, mientras que Tapp lo ponía de rodillas. Jigsaw dijo que estaba enfermo y estaba harto de la enfermedad que lo devoraba por dentro, de modo que Sing disparó a los taladros. Entonces Jigsaw tomó un cuchillo y le cortó el cuello a Tapp. Sing lo persiguió, hasta que al llegar al piso de abajo le disparó en la espalda. Jigsaw se dejó caer engañando al detective, quien al dar unos pasos más pisó un hilo que disparó cuatro escopetas sobre su cabeza, matándolo inmediatamente. A pesar de todo Tapp logró salir con vida de la fábrica.
En el presente, solo quedan tres horas a los cautivos en el baño. Lawrence busca la X que decía el cassette y Adam recordando la nota, le dice que apague las luces. Descubren la X pintada en la pared con pintura fosforescente. El doctor Gordon rompe la pared con la sierra y descubre una cajita, que abre con la llave que encontró en el sobre. En su interior hay dos cigarrillos, un encendedor, un teléfono móvil y una nota que le decía que no necesitaba un arma para matar a Adam. Gordon trata de llamar a la policía, pero el teléfono solo permite recibir llamadas, no hacerlas. Recordó que le pasó algo así antes de ser secuestrado en el estacionamiento del hospital. Iba a llamar a la oficina para que le abrieran el portón, pero ahí descubrió lo del celular. Luego alguien con una máscara de un cerdo le secuestró y lo drogó.
Lawrence recuerda que la grabación dijo que el cadáver en el cuarto tenía veneno en la sangre. Por eso la nota decía que no necesitaba un arma: podía envenenarlo con un cigarrillo. Pero Gordon, incapaz de hacer una cosa así, apaga las luces y le dice al joven que se acerque. Planea untar un cigarrillo con la sangre, cambiarlo por uno normal en la caja y dárselo a Adam. Éste simularía morir envenenado y así podrían salir. Pero cuando se hace el muerto, su cadena recibe una descarga eléctrica. Los habían descubierto.
Adam recuerda que fue secuestrado mientras revelaba unas fotografías en su apartamento (pues era fotógrafo). Le muestra entonces a Lawrence la foto de su familia atada y amordazada. Al rato, suena el teléfono y es la esposa del doctor, quien le dice que no crea las mentiras de Adam. Cuando Gordon lo interroga, Adam revela que fue contratado por alguien llamado Bob, para fotografiarlo por 200 dólares por la noche. A continuación le muestra las fotos que le tomó esa noche y que había encontrado en la bolsa con las sierras. Adam le dice que la noche anterior lo siguió hasta un hotel, donde Lawrence engañaba a su esposa con una estudiante de medicina de su hospital. Es decir que Lawrence no fue secuestrado en el estacionamiento de un hospital, sino de un hotel. Fue elegido por Jigsaw por engañar a su esposa y mentir.
Se descubre que fue Tapp quien contrató a Adam para fotografiar al doctor, convencido de que éste era Jigsaw. En medio de la discusión, ambos observan que el tiempo ya se les acabó. Ya habían pasado las seis horas.
En casa de Gordon, el secuestrador, al observar que el tiempo expiró, apaga la cámara y toma su pistola dispuesto a cometer el asesinato.
En una de las fotografías que Adam tomó a Gordon cuando salía de su casa, había un hombre asomado por la ventana. Cuando pregunta al doctor si había alguien más en su casa, él contesta que no, de modo que ambos deducen que debe ser Jigsaw. Al ver la fotografía, Gordon reconoce a Zep Hindle, un enfermero en su hospital. En su casa, efectivamente era Zep quien se disponía a matar a Diana y a Alison, a quien obliga a llamar a su esposo para decirle que falló. Sin embargo ella había logrado desatarse las manos y quita la pistola a Zep. Llama a Gordon, quien se disculpa. Luego intenta desatar a su hija, pero Zep intenta quitarle la pistola y se producen disparos, que Lawrence oye al otro lado del teléfono.
Cuando Tapp oye los disparos, corre hacia la casa, dispuesto a atrapar a Jigsaw. Mientras, Alison y Zep luchan por el control del arma. Ella logra enterrarle unas tijeras en la pierna al mismo tiempo que entra el ex-detective. Las mujeres logran escapar, al tiempo que Zap rompe un jarrón en la cabeza de Tap y huye dispuesto a matar a Gordon.
En el baño, el doctor había sido electrocutado. Adam cree que murió y empieza a arrojarle unas piedritas, pero Gordon despierta histérico y pálido, maldiciendo y gritando. El teléfono móvil suena, pero él no es capaz de alcanzarlo. Entonces, desesperado se ata la camisa al pie y se la pone en su boca. Toma la sierra y comienza a amputarse su pie, haciendo caso omiso a las súplicas y gritos de Adam.
En la calle, Tapp persigue a Zep en sus respectivos vehículos, hasta llegar a los túneles de las alcantarillas de la ciudad. En los túneles el ex detective alcanza a Zep, pero cuando pelean por la pistola, Zep se desliza por debajo y le dispara en el pecho, matándole. En el baño, Gordon se arrastra hasta la pistola, que carga con la bala que encontró en el sobre. Le dijo a Adam que debía morir y le disparó.
Mientras, vemos que la familia de Gordon estaba tranquila en su casa, haciendo la denuncia a la policía. Afortunadamente ya estaban a salvo.
Entonces Zep Hindle entra al baño, diciendo que era demasiado tarde y que debía matar a Lawrence. En ese momento, Adam se levanta y lo tira al suelo: Lawrence solo le había disparado en el hombro. Adam le quita la pistola de las manos y le golpea en la cara con la tapa del retrete hasta matarlo.
Gordon dice que irá a pedir ayuda, a pesar de haber perdido mucha sangre. Adam busca una llave en los bolsillos de Zep, encontrando únicamente una grabadora similar a la que ellos ya tenían. Descubre entonces que Jigsaw inyectó a Zep un veneno de acción lenta en las venas, cuyo antídoto daría solo si mataba a la familia de Gordon en caso de que él fallara su prueba.
Entonces Adam descubre que Zep no es Jigsaw, y contempla como el “cadáver” en el medio del cuarto se levanta. El muerto era el mismo Jigsaw, quien había estado todo el tiempo supervisándolos y dándoles descargas eléctricas. Jigsaw era un paciente del doctor Gordon que padecía cáncer y al que le quedaban pocos meses de vida.
Jigsaw confiesa a Adam que la llave de su cadena está en la bañera, y el fotógrafo recuerda un aparato luminoso que se fue por el desagüe: la llave que abriría las cadenas. Adam intenta dispararle con la pistola de Zep, pero este usa el mando para darle una descarga eléctrica. Finalmente, Adam grita de desesperación mientras ve cómo Jigsaw se marcha apagando las luces y diciendo la frase: "¡Fin del juego!".

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